Libro: «Vivir bien con el dolor y la enfermedad» (comentado por ALVARO GOMEZ)
Dentro de las decenas de aplicaciones que se le está encontrado al Mindfulness, una de ellas es la práctica y la adquisición de una filosofía de vida mindful para mitigar el dolor físico.
En esta reseña hablamos del libro Vivir bien con el dolor y la enfermedad, escrito por Vidyamala Burch y publicado en España por la editorial Kairós.
Debido a un accidente cuando era joven, Vidyamala Burch ha tenido que padecer durante años la incapacitación y el dolor crónico. Gracias a su práctica de Mindfulness ha podido desarrollar una manera, no para evitar ni de erradicar su dolor físico, sino para poder convivir con él. La autora ha sido capaz de crear una nueva relación con su dolor y así, de alguna manera, trascenderlo.
Este libro es su experiencia con la práctica del Mindfulness a través de los años, y además un manual para todas aquellas personas que padecen de dolor físico crónico y que quieren relacionarse de manera diferente con ese dolor.
«Vivir bien con el dolor y la enfermedad»
El libro esta divido en seis partes. En la primera parte la autora nos habla de su experiencia con el dolor crónico y el modo en el que, a través de la práctica de Mindfulness, pudo establecer otra relación con él. En la segunda parte se explora el Mindfulness desde un punto de vista más teórico. En la tercera parte se enseña a contactar con el cuerpo a través de la respiración y el movimiento consciente. La cuarta parte es una Introducción a la meditación. La quinta parte contiene tres prácticas de meditación formal. Y la sexta parte nos habla de cómo aplicar Mindfulness en la vida cotidiana.
Tras años de práctica de meditación y buscando crear su propio método para ayudar a las personas con dolor crónico, Burch asiste en el año 2001 a un retiro de reducción de estrés basado en Mindfulness, impartido por Jon Kabat-Zinn en la facultad de medicina de la universidad de Massachusetts. Creando, a partir de ese momento, su propio programa de manejo del dolor basado en Mindfulness.
Según estudios del año 2004, en Europa 1 de 5 personas sufre dolor crónico. En otro estudio se dice que en Estados Unidos, en el año 2000, 83 millones de personas afirmaron que el dolor físico afectaba negativamente a su vida diaria y a su trabajo. Con estas cifras, y partiendo de su propia necesidad, la autora se convenció de la necesidad de crear un método de trabajo para lidiar con el dolor físico cuando los tratamientos médicos no lo mitigan del todo. De eso va este libro.
El dolor crónico, es el dolor que se percibe durante tres meses o más, pudiendo llegar, en alguno casos, a durar décadas. Pero el dolor siempre es algo subjetivo, es una experiencia personal. Por eso hay personas que sufren fuertes dolores por una causa evidente (un accidente) y otras personas que también los sufren sin encontrarle una causa orgánica aparente a su dolor.
Según Bruch el problema del dolor físico siempre acarrea un segundo problema, (como dicen en el budismo: la primera flecha y la segunda flecha). El primer problema es el dolor en sí, y el segundo es la angustia y desesperación porque el dolor físico no remite. Según los mismos pacientes, la resistencia a sentir dolor termina haciéndoles sufrir más que el propio dolor.
Investigaciones muestran que el dolor es un proceso en cambio continuo y que la manera en cómo se siga manifestando, depende del modo en que respondas a él.
Según las enseñanzas de Buda: «La distracción compulsiva buscando placer es la forma de escapar de la sensación dolorosa. Así, la mente se obsesiona con la tendencia al deseo de distraerse para evitar ese dolor físico»
«Vivir bien con el dolor y la enfermedad»
Es interesante que tanto para dolores físicos como para la incomodidad psicológica, nuestro cerebro tiene la tendencia a intentar escapar del momento y de la experiencia desagradable. Ya sea porque sentimos miedo o porque nos aburrimos en el trabajo, nuestro cerebro busca escapatorias de esa sensación de desagrado.
Según la autora: «el tabaco, chocolate, comer sin hambre, drogas, alcohol, salir de compras, discutir, limpiar compulsivamente o navegar compulsivamente por internet, son algunas formas de distraerse del dolor físico» alguna de las cuales, ella misma ha experimentado.
En el caso del dolor crónico, el Mindfulness nos ayuda a no sufrir psicológicamente por el dolor físico que sentimos. A evitar el sufrimiento mental.
Según Burch: «Cambiar la relación con el dolor para quienes sufren estrés crónico es la mejor de la medicinas»
En la segunda parte del libro la autora nos da la clave de la práctica del Mindfulness basándose en la definición de Kabat-Zinn. Según Kabat- Zinn los tres aspectos clave del Mindfulness son: Que es intencional, que es la experiencia del momento presente y que es ajeno a todo juicio.
Así que podríamos decir que practicar Mindfulness es tener la intención de experimentar el momento presente sin juicios en mentales.
Según Burch, en nuestra práctica de Mindfulness podemos ser conscientes de las sensaciones físicas de nuestro cuerpo, de las sensaciones provenientes de los sentidos, de las emociones y pensamientos, y del contexto en el que estamos.
También la autora hace hincapié en que, junto a esa práctica de apertura hacia el momento presente, es esencial aprender a acercarse a las sensaciones desagradables. Ser capaces de sentir desagrado sin intentar escapar. Eso tampoco significa padecer estoicamente el dolor físico, o las sensaciones de miedo o de incertidumbre que tanto nos desagradan. Sino que, en la medida de nuestras posibilidades, podamos aprender a permanecer en paz aun percibiendo dolor, miedo, incertidumbre, etc. Acoger esa experiencia en lugar de batallar con ella.
Otro factor decisivo dentro de esta práctica es aprender dar respuestas en lugar de reacciones. Mindfulness no es reprimir, se basa en observar y dejar espacio mental para la respuesta, en lugar de tener una reacción mecánica ante cada estímulo.
En la tercera parte del libro la autora nos habla de la respiración, acto que llevamos a cabo unas 12 mil veces al día, y nos muestra diversas prácticas respiratorias.
«La naturaleza entera se mueve al ritmo de la respiración: las células, la luna, las mareas, las estaciones, son movimiento adentro afuera… en ausencia de la respiración la células mueren… respirar es nuestro primer y último acto de vida consciente»
En la última parte del libro Burch se centra en la meditación como práctica universal que existe desde hace miles de años en las culturas más diversas. De este apartado sacamos algunos datos interesantes:
- En el año 1995 un estudio del instituto de salud de Estados Unidos concluyó que la meditación era una práctica que mejoraba la salud, la calidad de vida y reducía el coste del cuidado de la salud de las personas.
- Meditación no es para sentirse bien, es aprender a estar más atento.
- La meditación es un entrenamiento mental de la atención.
- Las tres cualidades clave para la práctica de la meditación son: la intención, la atención y el interés.
- Ser consciente del dolor no es lo mismo que soportarlo, no es cuestión de esfuerzo.
- En la meditación, ante todo, promovemos una actitud amable ante lo que ocurra en la práctica.
Este es un libro altamente recomendable para las personas con problemas de dolor crónico, pero también para todos los demás que en algún momento tenemos otro tipo de dolores más psicológicos, pudiéndonos beneficiar también de estas prácticas.
Nos despedimos con una frase y después con una autobiografía breve, escrita por Portia Nelson, que Vidyamala Burch incluye en su libro.
Frase de Vidyamala Burch
«Si tus sueños y aspiración son realistas, siempre podrán ser realizados con tal de que tomes decisiones acordes en cada momento con tus propios valores«
Autobiografía breve de Portia Nelson:
Capítulo 1
Bajo por la calle y caigo en un enorme socavón que hay en la acera.
Me siento perdida e impotente.
No ha sido culpa mía.
Me resulta muy difícil salir de ahí.
Capítulo 2
Bajo por la misma calle y hay un enorme socavón en la acera.
Por más que haga que no lo veo, vuelvo a caer en él.
No puedo creer que me halle de nuevo en este mismo lugar.
No ha sido culpa mía, todavía tardo mucho en salir de ahí.
Capítulo 3
Bajo por la misma calle y hay un enorme socavón en la acera.
Aunque ahora lo veo, vuelvo a caer en él…es un hábito.
Mis ojos se han abierto, sé dónde estoy.
Sé que ha sido culpa mía.
Salgo inmediatamente de ahí.
Capítulo 4
Bajo por la misma calle y hay un enorme socavón en la acera.
Lo esquivo.
Capítulo 5
Bajo por la misma calle.